Una mañana como cualquier otra, me levanto y descubro que cada amanecer que me permite contemplar el Sol, la naturaleza y a todas las personas que amo, descubro el inmenso amor de Dios en toda su creación; Él nos da su amor a cada centímetro, a cada respiro, a cada instante, a cada abrir y cerrar los ojos. Soy consciente de la inmensa felicidad y paz que hay en mi ser cuando miro la obra del Creador.
Gracias Dios.
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P. Chava, SVD |
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P. Chava, SVD |
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